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Dogtor

Primeros auxilios perrunos

Al igual que los niños, los perros pueden sufrir pequeños accidentes en el hogar o la calle y su oportuno cuidado puede determinar la pronta recuperación o el agravamiento del peludo regalón. Por ello, vale la pena estar preparados para una emergencia y tener un pequeño botiquín con productos de cuidado veterinario.

Los consejos básicos para los primeros auxilios perrunos son:

1. Tener el número de teléfono vigente del veterinario familiar en un lugar visible y de fácil acceso.

2. Tener un botiquín perruno. Se puede disponer una caja hermética con artículos como:

  • Vendas, gasa y algodón estériles para limpiar heridas o hacer presionar para detener sangramientos; un par de pinzas largas para extraer astillas, espinas o pequeñas piedras que se le puedan clavar en los cojinetes o retirar objetos  incrustados en el hocico (como huesos, palos o pelotas de plástico duro), así como garrapatas que se puedan haber adherido a la piel; termómetro de uso veterinario; tijeras de punta roma; jeringas de distintas medidas para dosificar medicamentos y bolsas de frío químico para atención en casos de golpe de calor.   
  • Medicamentos de uso externo: antisépticos suaves, como el Digluconato de clorhexidina solución acuosa al 0,5%, que desinfecta sin irritar la piel y suero fisiológico estéril entre los más básicos.  
  • Y, por supuesto, guantes desechables para limpiar las heridas sin contaminarse.   

3.  En caso de accidente de tránsito, lo primero es mantener la calma y acercarse con precaución: por el miedo o el dolor, puede estar en estado de shock y atacar a quien se acerque. Al estar tranquilo, ponerlo sobre una manta o toalla y llevarlo al veterinario para que lo examine y evalúe posibles daños no visibles al ojo inexperto. Si no los puedes mover, llama a tu médico para que acuda a atenderlo en el lugar que se encuentre.

4. Si al jugar o pelear con otros perros sufre mordeduras leves puedes desinfectar en casa, pero siempre es recomendable que lo examine su veterinario para evitar infecciones posteriores. En caso de mordedura profunda o sangrante, debes llevarlo de inmediato al médico.

5. Es habitual que se rompan o pierdan una uña, lo que provoca mucho dolor y pueden infectarse. Ahí, lo primero es vendarle la pata (si se deja), si no ponerlo sobre una toalla que pueda absorber la sangre que pueda emanar de la herida. De ahí, llevarlo a su médico para que administre el tratamiento con antibióticos y analgésicos de uso veterinario.

6. Si un insecto ha osado picar a tu regalón en la zona del hocico, la nariz o la garganta puedes ponerle una compresa fría para aliviar el malestar, pero si se produce hinchazón que le complica respirar, debes llevarlo a una cita de urgencia con el veterinario.

7. Aunque son poco frecuentes, también se puede dar el caso de quemaduras: si son superficiales, se pueden limpiar con un antiséptico suave, para luego aplicar un gel calmante. Las quemaduras graves deben ser examinadas y atendidas en forma inmediata por un médico veterinario.

8. Si pese a todos tus cuidados tu amigo cuadrúpedo sufre un golpe de calor, ponlo en un lugar fresco, con ventilador, refréscalo con toallas mojadas y ponle agua fresca para que se hidrate. Déjalo descansar, pero mantente atenta/o a que siga bebiendo agua. Si el golpe de calor ha sido severo, llévalo de inmediato al veterinario.

9. La irritación en los ojos y/o el dolor de oídos deben ser atendidas por el veterinario. Para las lesiones oculares se recomienda ponerle un collar isabelino para que no se pueda rascar con las patas y evitar un daño mayor.

10. En caso de convulsiones, lo primero es alejar de él cualquier objeto que pueda golpear y lastimarse. Luego, genera un espacio de tranquilidad, silencio y semipenumbra hasta que el ataque convulsivo pase. Después, llama al veterinario y concuerda una consulta médica para su atención. 

11. Y, por último, en caso de envenenamiento por ingerir legía, chocolate o veneno, debes llevarlo de urgencia al veterinario. Es muy importante que puedas llevar contigo el envase del producto para administrarle el antídoto adecuado.