Perrita supo antes que su dueña que estaba esperando un bebé.
El vínculo entre un perro y su dueño va más allá del bienestar animal que éste le pueda brindar. La relación es más compleja e instintiva de lo que uno podría imaginar, y ejemplo de ello es Amelia. La perrita que supo antes que su dueña, que estaba esperando un bebé. Todo comenzó con el cambio de comportamiento de la perrita hacía con Claudia, luego de mudarse a una nueva casa. De recibirla con su brusca alegría, invitarla a correr al patio o saltar sobre ella para recibir cariños, la can simplemente se volvió más cautelosa con sus movimientos; incluso cuando salían de paseo se había vuelto en su custodia personal y no dejaba que nadie se le acercara. Lo más extraño del asunto es que se había vuelto en extremo protectora con ella, pero con su dueño, Carlos, no había cambiado su comportamiento. Hasta que un buen día el veterinario puso en alerta a la pareja, pues su perrita podría estar dando señales de algún cambio, pero no en ella, sino en su propia humana de compañía.“Los perros tienen la capacidad de percibir los cambios hormonales de las personas, es por su olfato. Quizá te está pasando algo y ella ya lo percibe”, dijo el médico de animales. Tras el diagnóstico médico, Claudia recordó que llevaba unos días de retraso en su periodo menstrual.